En Durango se registró la desaparición de una familia ecuatoriana
En días recientes, la Fiscalía de Zacatecas emitió las fichas de búsqueda de ocho personas originarias de Ecuador que, según se presume a partir de sus apellidos, serían integrantes de una misma familia, entre las que hay cuatro menores de edad.
Se trata de Erika Graciela Unkuch Kunamp (22 años), Yerika Yeraldi Jempekat Unkuch (4 años), Erika Isabella Jempekat Unkuch (5 años), Mariana Marcela Puencher Ujukam (22 años), Maite Elizabeth Jempekat Puencher (2 años), Ema Liseth Jempekat Puencher (4 años), Jairo Lucio Jempekat Chamik (27 años) y Marlon David Jempekat Chamik (25 años).
Reportes recuperados por Animal Político refieren que Erika Graciela sería madre de Yerika y Erika Isabella, mientras que Mariana Marcela sería la mamá de las pequeñas Maite y Ema Liseth.
La última noticia que se tuvo de las ocho personas fue el pasado 10 de diciembre, aunque se desconoce la vestimenta que portaba cada una, así como las circunstancias de su desaparición.
Aunque en un inicio se informó que el último lugar en el que habían sido vistas fue Fresnillo, Zacatecas, el secretario general de Gobierno de la entidad aclaró que su última ubicación conocida había sido en Durango.
“De acuerdo a lo informado por la propia Fiscalía, la última geolocalización de uno de los teléfonos se da en Durango”, especificó Rodrigo Reyes Mugüerza.
La solicitud para que las autoridades zacatecanas se involucraran en la investigación provino de la Embajada de Ecuador en México el 12 de diciembre.
Este caso recordó el aparente secuestro de una familia originaria de Colombia ocurrido a finales del pasado mes de octubre.
Jorge Alejandro García Villamil (de 44 años) y Yulieth Andrea Alfonso Alfonso (de 36), así como sus hijos David Alejandro, Mia y Daniel José (de tres, seis y 11 años, respectivamente) viajaban en un autobús de pasajeros proveniente de la Ciudad de México con destino a Ciudad Juárez el 26 de octubre, pero fueron bajados por la fuerza en los límites entre Durango y Zacatecas.
Aunque se desconoce a dónde habrían sido trasladados desde dicho punto, información difundida por Proceso detalló que familiares de las víctimas —radicados en Estados Unidos— lograron que el grupo fuera liberado por sus captores tras pagar una suma de seis mil dólares. Sin embargo, no precisaron si el monto fue por cada uno de ellos o por todos