En Durango quedaron varados cientos de migrantes

Varios cientos de migrantes, principalmente provenientes de Venezuela, quedaron varados desde el pasado domingo 17 de septiembre en Villa de Nazareno luego de que el tren de carga en el que viajaban se descompusiera, por lo que, decidieron permanecer en el lugar, en tanto pobladores los apoyan con agua y alimentos.

Algunos de los migrantes, quienes no quisieron proporcionar su nombre, comentaron que buscan llegar a la frontera norte de México para internarse en Estados Unidos en busca de trabajo, cabe mencionar que dicho tren va con rumbo a Monterrey, Nuevo León.

Se logró observar a cientos de indocumentados que en su mayoría son hombres, así como mujeres, algunas embarazadas otras con bebés de brazos o niños de menos de 10 años quienes viajan en los vagones a pesar de las inclemencias del tiempo.

Algunas mujeres con niños de brazos comentó que salieron de su país Venezuela por la difícil situación económica por la que se atraviesa, dijo, “la plata no alcanza para nada, un kilo de arroz cuesta 8 dólares, en un trabajo te pagan 25 dólares por semana, ya el bolivar (moneda nacional), no vale nada y por eso nos vamos a Estados Unidos a buscar una mejor forma de vida”.

Por su parte, Oscar Villarreal de 45 años comentó que dos hermanos y un sobrino decidieron emprender el viaje al país norteamericano desde el pasado 20 de agosto atravesando todo Centroamérica y prácticamente México y dijo, “vamos buscando una mejor calidad de vida, yo quiero llegar a Estados Unidos y trabajar de lo que fuera, tal como albañil”.

Agregó que la travesía ha sido muy difícil, porque han secuestrado y han desaparecido gente, «pero también hemos sido objeto de extorsión, pues nos piden dinero”.

Otros de los indocumentados comentó que en su trayecto elementos de policía les han pedido hasta 200 pesos por persona, algunos se cooperan de lo poco que traen y les entregan el dinero.

Por otro lado, también comentaron y agradecieron a gente buena que los han apoyado con agua y alimentos, tal es el caso de familias de Nazareno que les entregaban bolsas con pan, botellas de agua y hasta ropa.