En Durango diputados quieren erradicar trabajo infantil
Se ha detectado que en general un 3% de los menores trabajan en la calle, pero otros niños lo hacen en la construcción e incluso en la minería
En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que tiene como objetivo concientizar sobre la magnitud del fenómeno y sus consecuencias, pero además sumar esfuerzos para erradicarlo, la diputada, Rosa María Triana Martínez, hizo un pronunciamiento en la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de Durango, para crear conciencia sobre el desarrollo integral de la niñez.
Informó que de acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2019, publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), un 3.3 millones de personas de entre cinco y 17 años estaban en situación de trabajo infantil en México, lo que representaba el 11.5 por ciento de la población en este rango de edad, pero a la fecha es necesario actualizar esos datos.
Respecto a la situación de Durango, comentó que se han visto niños pequeños trabajando, hasta de cuatro años y se ha detectado que en general un tres por ciento trabajan en la calle, pero otros niños lo hacen en la construcción y en la minería, un problema grave, por lo que es necesario cuidar a esos menores que no tienen por qué estar trabajando.
Asimismo destacó que se conoce la situación económica difícil en algunas familias, «pero los niños deben de ir a la escuela y jugar, ningún menor debe trabajar, los que tienen que hacerlo son sus padres. Ahora estoy contenta porque creo que el DIF Estatal y Municipal, están atendiendo el tema, y atienden las denuncias de la ciudadanía cuando ven a un menor trabajando».
Ante ello expresó “es necesario y fundamental prevenir y eliminar el trabajo infantil en todas sus formas a través de campañas de sensibilización, con la voluntad de las autoridades y protocolos de atención”.
Entre los efectos nocivos que genera el trabajo infantil, se encuentra la dificultad para asistir a la escuela, el deterioro de la salud y daño a la integridad física y social, factores que vulneran los derechos consagrados en la Convención sobre los Derechos del Niño.
“Cuando vean a un niño pidiendo dinero, pues no le den, porque no es la forma correcta para ayudar a sus papás, porque lo van a seguir haciendo», puntualizó.