La seguridad: el nuevo reto de los hoteles
Por: Redacción
El sector hotelero mexicano es una de las actividades que más ha resentido la presencia del Covid-19. Se estima que en los últimos tres meses ha registrado una pérdida económica de entre 60 y 95 por cierto de las ganancias habituales, esto originó que cientos de hoteles se vieran obligados a cerrar definitivamente, mientras que otros fueron forzados a dejar ir a algunos empleados con tal de mantener la fuente de empleo de decenas de familias.
Con la entrada de la nueva normalidad, su reactivación operativa depende de diversos factores sanitarios, así como del actuar estratégico que estos recintos implementen para brindar un servicio seguro. La calidez de las experiencias ha sido dejada en segundo plano, la seguridad ahora es el reto.
Para que un hotel retome sus actividades debe establecer protocolos de higiene. Esto va desde la creación de manuales de acción en los que se especifiquen las medidas como la limpieza en habitaciones, áreas comunes, recepción y baños; hasta listados de pasos a seguir al detectar un caso positivo de coronavirus, ya sea en clientes o personal, así como saber el adecuado actuar de todos los que interactuaron con la persona.
Algunos hoteles ya han instaurado estas medidas creando materiales basados en información y protocolos de instituciones de salud internacionales, como la Asociación Médica Mundial, mismas que se adhieren a las normas establecidas por autoridades nacionales.
Los hoteles han tenido que capacitar a su personal para realizar de forma salubre cada una de sus actividades en todas las áreas. Todos los colaboradores ahora deben estar consientes de lo que es el coronavirus, los síntomas, los protocolos de prevención y atención, así como cada uno de los utensilios necesarios para laborar en la “nueva normalidad” que incluye al propio virus.
Por decir un ejemplo, se debe tener un plan sanitario especial para el área de recepción, y otro diferente para el área de lavandería, ya que en estos se realizan actividades diferentes, pero ambos son propensos. Mismo caso sería para personal de limpieza, proveedores y cocina.
También, se está estableciendo que en cada hotel se tenga un plan de acción en caso de detectar a alguna persona contagiada. Se recomienda disponer de una persona que dé seguimiento y registro de estas situaciones, así como formar una asociación con empleados de cada área para que la información pueda correr de forma responsable dentro del hotel y se actúe conforme a la situación.
Respecto al comportamiento del cliente dentro de un hotel, deberán estar visibles las reglas del protocolo, ya sea ubicando la información en carteles distribuidos dentro del recinto, o exponer las reglas de forma digital para una mejor consulta, para que de esta manera el cliente conozca las medidas exactas que se están implementando y se sienta seguro en su hospedaje.
La mayor cualidad que en la “nueva normalidad” los hoteles deberán resaltar, ya sea para función turística o de negocios, será el nivel de seguridad, el cual se conformará de la claridad de sus protocolos, la capacitación especializada de sus colaboradores y el estricto apego a sus lineamientos. Solo así, con el tiempo, los hoteles podrán ser asociados con la idea de salubridad, limpieza, cero contagios y seguridad cualquiera que en sus instalaciones se encuentren.