En Durango no hay infraestructura para refrigeración de manzana
El cultivo de manzana en la región de Nuevo Ideal está en decadencia, no solo por la falta de agua que reduce año con año la superficie, años malos como el actual y sobre todo, falta de infraestructura refrigerante que permita defender el precio de venta.
Así lo destacaron en entrevistas separadas, Miguel Escobar Hernández, expresidente de la Unión de Fruticultores y excomisariado del ejido Nuevo Ideal, así como Misael Barragán, productor del ejido La Magdalena, ambos coincidiendo en que los fruticultores están a expensas de los «coyotes» porque se carece de la infraestructura que permita refrigerar la manzana y vender en mejores condiciones de mercado fuera de la temporada de cosecha ya que es complicado sostener precios.
“Va en picada la fruticultura, es innegable dicha situación, hace falta tarea de investigación por parte de las instituciones dedicadas a ello y además, a diferencia de procesos electorales estatales anteriores, en el anterior no hubo compromisos respecto a mejorar las condiciones de este alicaído sector productivo”, dijo Escobar.
Año con año las condiciones se vuelven menos rentables, creciendo el desánimo entre los productores, algunos de los cuales prefieren desmontar los árboles para dedicarse a producir granos o forraje; no debe perderse el espíritu de la esperanza, debemos esperar que los nuevos gobiernos implementen proyectos estratégicos que permitan a Nuevo Ideal tener un crecimiento en el sector fruticultor, señaló.
Destacó que este añin 2023 se tuvo los problemas con el factor clima como lo fueron la falta de frío en invierno, altas temperaturas en primavera y la falta de lluvias hasta la fecha; se tuvo buen amarre de fruto pero las condiciones climáticas y falta de lluvia no permitieron el óptimo desarrollo, manzana pequeña que no tuvo las condiciones para colorear como debió ser, destacó.
Por su parte, Misael Barragán hizo ver que al no haber servicio de refrigeración provoca que el comprador acuda a imponer su precio de compra ya que al productor le resulte menos malo vender barato que dejar su manzana en el árbol.
Si hubo producción, sin embargo, el precio de un inicio, que llegó a estar a 330 pesos la reja, cayó hasta 150 en el caso de la caja grande y de 70 pesos la caja chica, un cambio muy drástico en perjuicio de los esforzados productores, puntualizó.