Lento, avance contra Alerta por Violencia de Género
El confinamiento causado por la pandemia de Covid-19 no solo dificultó las medidas de combate a la violencia de género, sino que incrementó los casos de violencia familiar.
Patricia Alanís Quiñones, directora del Instituto Municipal de la Mujer, admitió que la cuarentena, que está por cumplir un año debido a la propagación del coronavirus SARS-CoV-2, implicó el cierre de puertas de las casas y dar orientación.
«En este año de pandemia ha sido más difícil. Sabemos, la violencia intrafamiliar está ahí, las puertas están cerradas, es difícil de verdad acceder. Por eso el llamado es a que volteemos a ver qué estamos generando dentro de cada casa», dijo la funcionaria municipal.
Fue clara al señalar que es dentro de cada familia donde los niños están adquiriendo las conductas que reflejarán en su etapa adulta.
«Volvemos a hacer ese llamado de no generar violencia, identificar en el noviazgo, en la convivencia con los niños y niñas, identificar la mínima forma de expresión porque ahí es donde se puede detener, donde podemos poner un alto y no esperar a que sucedan cosas más lamentables», añadió.
La Directora del Instituto refirió que el dato ofrecido por la Organización de las Naciones Unidas, en el sentido de un aumento de la violencia en las familias es correcto toda vez que los reportes de la Dirección Municipal de Seguridad Pública apuntan a cerca de 200 llamadas al sistema de emergencias 911 por violencia familiar.
«Seguimos implementando herramientas, haciendo acciones para que la mujer pueda tener, en un teléfono, esa aplicación Seguras que a través de nuestra pantalla podemos pedir auxilio», complementó.
Previo a le entrega oficial del botón de pánico que se instaló a las afueras del túnel «El Durangueño», aledaño al Ojo de Agua del Obispo, Alanís Quiñones destacó que se trata del décimo segundo en su tipo que opera en la capital duranguense.
Sin embargo, resaltó que el compromiso es que para finales de este mes estén funcionando 20 botones en la mancha urbana.
Fuente: El Siglo de Durango